¿QUÉ LE OCURRE A TU CUERPO CUANDO DEJAS DE FUMAR?

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Conoce los beneficios para la salud a corto y largo plazo; las ventajas son múltiples sin importar cuantos años llevas fumando.

Unos 1.245 millones de personas en el mundo fuman, es decir, uno de cada cinco adultos, y es común escuchar que alguien intenta dejar los cigarros. Pero, ¿qué le ocurre a tu cuerpo cuando dejas de fumar?

Los riesgos de fumar son conocidos desde hace años; sin embargo, es difícil dejar el cigarro y algunas personas piensan que el daño ya está hecho. Pero según investigaciones y expertos las ventajas son múltiples sin importar cuantos años llevas fumando.

A continuación, los beneficios para la salud a corto y largo plazo.

Mejora del ritmo cardíaco y la respiración 

Humberto Choi, neumólogo de la Clínica Cleveland, comentó a National Geographic sobre los primeros cambios en el cuerpo tras dejar el cigarro. 

El primer cambio, que puede producirse a las pocas horas de dejar de fumar, es una disminución de la frecuencia cardiaca.

Otro cambio es que los fumadores cuentan con un nivel de monóxido de carbono en sangre casi tres veces superior a la de una persona que no fuma, este regresa a la normalidad en cuestión de días. 

Con el transcurso de las semanas, llegan otros cambios. Uno de los principales es que mejora la función pulmonar y disminuye la tos, lo que puede ayudar a mejorar la capacidad de ejercicio.

La actividad física también ofrece un hábito alternativo para sustituir al tabaco. ‘El hábito no desaparece rápido… Es bueno añadir algo más’, aseguró Choi.

Además, la mayoría de personas afirman tener un mejor sentido del olfato y del gusto en las semanas o meses posteriores a dejar de el hábito de fumar. Choi, declaró.

A veces ni siquiera se daban cuenta de que habían perdido el sentido del olfato y del gusto.

Reducción del riesgo de infarto o ictus

Con el paso de los años, dejar de fumar puede suponer una drástica reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como un infarto de miocardio o un ictus.

Marie Robertson, cardióloga y directora científica de la Asociación Americana del Corazón, explicó a National Geographic.

En los dos primeros años tras dejar de fumar, se pierde gran parte del exceso de riesgo.

El riesgo sigue disminuyendo cuanto más tiempo se deja de fumar. A los 10 años, el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular disminuye un 63% en comparación con los fumadores.

Tras 20 o 30 años, este riesgo desciende a niveles similares a los de alguien que nunca ha fumado.

Riesgo de cáncer disminuye tras una década

Con el paso del tiempo, también disminuye el riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer. Alrededor de los 10 años es cuando este riesgo disminuye sustancialmente.

Farhad Islami, director científico de la Sociedad Americana del Cáncer e investigador que estudia los riesgos de cáncer en diversas poblaciones, declaró.

Después de 10 años, el riesgo de muerte por cáncer de pulmón es la mitad que el de los fumadores actuales.

Islami afirma que se produce una reducción similar del riesgo en otros tipos de cáncer relacionados con el tabaquismo, como los de cabeza, cuello o esófago.

En un reciente artículo del que Islami es coautor, él y sus colegas descubrieron que entre 20 y 29 años después de dejar de fumar, el riesgo de morir de cáncer desciende en torno al 90%.

Sin embargo, en el caso de dejar de fumar antes de los 35 años, la reducción es aún mayor. Tras un periodo de dos a tres décadas su riesgo de morir por cánceres relacionados con fumar pasa a ser casi prácticamente igual al de una persona que nunca ha fumado.

Islam, comentó.

Lo mejor es dejar de fumar a una edad más temprana.

Adicción a la nicotina es compleja 

Fumar es una de las adicciones más difíciles de romper, debido a una serie de factores.

Luba Yammine, investigadora de UTHealth Houston, comentó a National Geographic.

La nicotina es la sustancia más adictiva que existe. Es muy fácil hacerse adicto y muy difícil dejarlo.

El primer reto se debe a la dependencia física de la nicotina, que puede provocar una combinación de antojos y síntomas de abstinencia tras dejar de fumar. Según, Yammine.

Esta combinación de antojos y síntomas de abstinencia es bastante desagradable.

Muchas personas dicen experimentar un exceso de hambre luego de dejar de fumar, junto con una sensación general de irritabilidad. Para ayudar a reducir estos síntomas, existen varias herramientas, como los parches y chicles de nicotina, o medicamentos.

El segundo factor importante que dificulta el abandono del tabaco son los hábitos.

‘Los cigarrillos se convierten en una parte muy integral de tu vida’, agregó Yammine. Para un fumador, el día suele estructurarse en torno a cuándo y dónde fuma, ya sea fumando un cigarrillo con el café de la mañana, haciendo pausas periódicas para fumar a lo largo del día o encendiendo el cigarrillo en lugares específicos.

Estos hábitos hacen que sea muy difícil dejar de fumar, aunque los síntomas físicos de abstinencia estén bien controlados.

Dejar de fumar suele requerir varios intentos 

Por las dificultades de la adicción a la nicotina, los fumadores afirman haber intentado dejar de fumar muchas veces, antes de encontrar una estrategia eficaz. Lo que finalmente funciona para una persona puede no funcionar para otra.

Para algunos la mejor solución puede ser dejar de fumar de golpe; mientras, otros necesitan ayuda de medicaciones para frenar las ansias.

(Con información de Aristegui Noticias y National Geographic)

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